Está en Francia, pero es un pueblo catalán en los Pirineos que no solo tiene mucha historia, sino preciosos edificios que te harán sentir en otra época

Ubicado en la cima de los Pirineos, Llívia es oficialmente parte de la provincia de Girona, no obstante, se escapa de los límites territoriales de España para terminar muy bien parada en medio de tierras francesas. Las curiosidades de este sitio no se limitan a su geografía —aunque vaya que es lo primero que llama la atención al ubicarlo en el mapa—, y todo amante de la historia disfrutará recorrer sus calles y aprender más sobre su historia cómo es que este pueblo catalán en Francia quedó fuera de la frontera.

Para comprender la curiosa situación de este pueblo catalán en Francia, habrá que remontarnos a mediados del siglo XVII, con la firma del Tratado de los Pirineos y del Tratado de Llivia. Estos documentos buscaban poner fin al conflicto iniciado durante la Guerra de los Treinta Años, y aunque con ellos España cedió los pueblos de la comarca oriental de la Cerdaña, Llívia quedó exenta del trato gracias a que ostentaba el título de villa. Así han pasado casi cuatro siglos llevando la fiesta en paz y haciendo más caso de la tradición y de la política que de la lógica y la geografía.

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Otra de las curiosidades destacables de Llívia es que aquí se encuentra la primera farmacia de España, cuyos primeros registros datan del año 1415 y se considera incluso una de las más antiguas de Europa. Esta botica se mantuvo en manos de la familia Esteve a lo largo de 23 generaciones, hasta que a mediados del siglo XX fue cedida al ayuntamiento para convertirse en una atracción turística en la que todavía se puede admirar incluso mobiliario renacentista.

Farmacia Esteve
Farmacia Esteve. Foto: SerFF79/Shutterstock.com
Farmacia Esteve
Farmacia Esteve. Foto: Christian Bertrand / Shutterstock.com

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Este pueblo catalán en Francia es famoso por sus panorámicas naturales, que en verano permiten recorrer distintas rutas de senderismo que suben y bajan la montaña, y en el invierno se cubren de nieve para convertirse en fenomenales centros de ski. Entre los edificios que vale la pena visitar en cualquier época del año destacan la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, la Torre de Bernat de So —una estructura medieval— y el Museo Municipal —donde se encuentran la mayoría de los instrumentos médicos que se utilizaban en la Farmacia Esteve—.

Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles
Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles. Foto: Shutterstock
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Pirineos Orientales. Foto: Shutterstock

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